El I Ching es mi Libro de Navegación
Jul 15, 2023En marina mercante, el Cuaderno De Bitácora es un documento en el que los pilotos, en sus guardias, anotan el estado de la atmósfera, los vientos que soplan, los rumbos que se siguen, la fuerza de las máquinas con las que se navega, el velamen que se utiliza, la velocidad de la nave o los hechos importantes durante la navegación.
Del contenido de ese Cuaderno de Bitácora, el capitán extrae la información que utiliza para cumplimentar el Libro de Navegación o Diario de a Bordo, que es un libro en el que el capitán de un barco debe hacer constar cualquier evento relevante que ocurra a bordo del barco durante la navegación. En él se anotan –además de los datos relacionados con la navegación, extraídos del cuaderno de bitácora– las averías que sufra el barco, los delitos cometidos a bordo, las medidas disciplinarias impuestas por el capitán... En fin, en general, cualquier cosa real, objetiva y comprobable que haya sucedido durante el viaje.
Si ese Cuaderno de Bitácora mercante, en vez de ser "mercante", fuera "Humano", los consultantes del I Ching apuntaríamos, ahí exactamente, lo mismo que los pilotos en sus guardias, ¡lo mismo!: el estado de la atmósfera de nuestros ciclos vitales, los vientos que soplan a favor o en contra en nuestro día a día, los rumbos que deseamos seguir y los que seguimos realmente, la fuerza o debilidad de nuestro Interior, el estado de la maquinaria con la que navegamos por las aguas -a veces plácidas, a menudo tenebrosas, de nuestra cotidianidad-, y hasta de qué velas disponemos para la travesía.
Vamos a decir que el Cuaderno de Bitácora representaría mi libreta de apuntes, para mis anotaciones, ¡para mí...!, para ir estudiando y practicando las observaciones que voy creyendo interesante apuntar para mejorar, para crecer, para hacer emerger el Noble que habita en Mi... Y es justo ahí donde se erige el I Ching o Libro de las Mutaciones en todo su esplendor..., para mostrarte -durante toda una Vida, y te faltará tiempo- cómo, cuándo y dónde encarnar El Camino del Noble, el Camino Medio, en beneficio total y absoluto para todos los implicados.
Luego, el Libro de Navegación, ese Diario de a Bordo, representaría la experiencia de todo lo que me llevaré de la Vida precedente cuando me muera. No lo que podría haber pasado si hubiera hecho caso a los Vientos o a las corrientes marinas, no..., lo que decidí hacer e hice. Lo que pasó de verdad.
¿Sabías que los Libros de Navegación mercantes deben ser foliados, sellados y firmados por la autoridad competente? ¡Claro! Porque, porque en caso de necesidad, la información contenida en el Libro de Navegación es el material con el que trabajarán los jueces en caso de litigio...
Y es que, de MI Libro de Navegación Personal, cuando yo muera, voy a tener que dar explicaciones..., quizás no a un San Pedro de barba blanca que me espere en la puerta principal del Cielo, pero sí a la Autoridad a la que me debo, desde el principio de los tiempos: a MI Misma, al Maestro de los Maestros que vive en Mí, a la Autoridad de mi Alma..., a quien debo al mismo tiempo -diría el I Ching- tanto la Fuerza luminosa del dragón como la obediencia sumisa de la vaca.
A los dos. A la vez. Por el Camino Medio... Por los Siglos de los Siglos.
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