DESPERTAR es un Gran Compromiso Contigo

despertar Jul 30, 2023

DESPERTAR comporta comprometerse comprometidamente con un Gran Compromiso: Contigo.

 

No con el "Tú de ir por casa" ni el con el "Tú de siempre" ni mucho menos con el "Tú acostumbrado a dejarlo todo para mañana...". No. DESPERTAR te pide un Compromiso de verdad, honesto, sincero: de Corazón, de Alma, desde la Esencia.

 

Porque la parte más sabia de ti Sí Sabe que Puedes. Y Puedes, porque nunca estás solo. Aunque no te des cuenta al principio, siempre estás acompañado... Primeramente de TI -en una Dimensión que desconoces-, en segundo lugar, de Energías muy sabias que nunca te abandonaron ni te abandonan; y en último término, de todo lo que en algún momento ha existido, existe o existirá, a tu favor...

 

DESPERTAR te acompañará en el Descubrimiento más maravilloso de tu Vida: Quien Eres, De dónde Vienes, hacia Donde Vas..., para enamorarte para siempre de Ti Mismo y del retazo de Tiempo y Espacio que habitas. Porque, Tú, ¡de pequeño no tienes nada!; tu Grandeza te precede... Eres un pedazo de infinito... ¡Eres la parte y eres el Todo!

 

...Eres la gota y el Océano, al tiempo.

 

Érase una vez un muñeco de sal que quería conocer el mar. Salió de su casa empeñado en ir a buscarle para conocerle.

 

Después de años de peregrinar por tierras lejanas, un día, cabeceó ante una vastísima extensión de agua, que el muñeco no supo identificar, ya que nunca antes había visto un espectáculo como aquél. Y, tras recuperar el aliento, pidió con la voz rota:

 

-Tú, ¿quién eres?

-Yo soy el Mar –dijo una voz que salía del fondo del agua.

-Ya..., pero ¿qué es el Mar?

-Soy yo –respondió Mar.

-No lo entiendo..., ¡pero ya me gustaría entenderte eh!

-Mira, para entenderme tienes que tocar –dijo Mar.

-Uix! No sé, eso...

Pero, poco a poco, después de pensárselo, el muñeco de sal fue poniendo la punta del dedo del pie derecho dentro del agua..., y le gustó. Empezó a encontrar familiar esa agradable sensación, que todos los granitos de sal de su cuerpo recordaban de un pasado muy remoto. Y acabó poniendo el otro pie... ¡Qué bien estaba!

Pero, de repente, ¡el muñeco de sal se dio cuenta de que ponerse en el agua le estaba costando ir perdiendo pedazos de sí mismo...! Cuando comprobó que había perdido los pies, se asustó y le chilló al agua:

- Pero ¿qué me has hecho? -Y el Mar le respondió:

-Nada... Tú me has dado un pedazo de ti y yo te he regalado comprensión y memoria. ¿Ahora te acuerdas? Mira, amigo mío, si quieres comprenderme, tendrás que darte todo.

Y el muñeco de sal, feliz de volver a sentirse de esa manera tan agradable como se sentía, fue entrando en el agua más despacio todavía. Sin dejar de preguntarle al Mar:

- ¿Qué es el Mar...?

Hasta que una última ola lo cubrió por completo, y antes de fundirse para siempre en la inmensidad del océano, aún se le escuchó murmurar...

 

-Ah, sí. Ahora me acuerdo...: El Mar soy yo.

Leonardo Boff

 


A veces las mejores decisiones se toman en el último momento.

Nosotros ya te estamos en la puerta, esperándote con los brazos abiertos.

 

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